(Experimentando con lentes de repente salió algo lindo...)
Ir a buscar (y molestar) un caracol me hizo acordar a las historias que me contaba mi madre sobre mis aventuras en el jardin de infantes. Aparentemente buscaba caracoles y me los metia en el bolsillito de la túnica, los pobre bichitos salian reptando de ese repentino encierro...la idea de ver una niña re tranquilita con un montón de caracoles reptandole por arriba me da muchisima gracia. Lástima que ni me lo acuerdo, ni hay fotos. Si me acuerdo de buscar bichitos de humedad. Pero eso es otra historia.
2 comentarios:
jaja yo tambien molestaba a los caracoles, me gustaba tocarle las antenitas porque inmediatamente las escondían. Pobres bichos les estaba metiendo el dedo en el ojo!
Y los bichos de la humedad tambien eran mi entretenimiento, los hacía ponerse bolita y les daba un tiquiñazo...y eso q yo tambien era una niña tranquila...
Me gustó tu experimento, quedaron interesantes las fotos.
Saludos
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